Policiales

La historia del ladrón que hizo lo posible para ser detenido

Robó una despensa el 16 y perdió el teléfono. El 21 robó una carnicería y luego los investigadores advirtieron, al ver el contenido del teléfono que era el mismo ladrón. Pero los tiempos judiciales hicieron lo suyo y, tras una excarcelación, se lo volvió a detener hoy.

“Un hombre de 30 años fue detenido en las últimas horas al ser considerado uno de los dos delincuentes que días atrás asaltaron una despensa del barrio Chauvin”.

La primera versión de la noticia se publicó con ese comienzo porque en muchas ocasiones al periodismo le llega solo una parte de la historia. Pero esto se trata de indagar y encontrar el camino que muchas veces llega a algo que hay más allá de la verdad inicial, a otra verdad, a una verdad ampliada y hasta sorprendente.

Jorge Paul Morales (30) fue, en efecto, detenido este miércoles por ser uno de los autores del asalto a la despensa del barrio Chauvin. Sin embargo, LA CAPITAL pudo saber que Morales había sido, además, uno de los tres ladrones que el pasado 21 habían asaltado una carnicería y robado dos costillares. Ese hecho trascendió por la característica inusual del botín.

La historia tiene ribetes sensacionales que se ajustan a cierto patrón de delincuencia exprés, de ladrones con escasa pericia lo cual, del mismo modo que los hace fracasar también los puede poner en situación de extrema violencia hacia las víctimas.

La cronología indica que el 16 de diciembre a las 21.31 de la noche, dos hombres ingresaron a la despensa de Vieytes al 2400 con inequívocos fines de robo. El pistolón que portaba uno de ellos fue el primer indicador de eso. Luego el salto del ladrón por encima del mostrador le dio inicio a la secuencia del asalto que duró unos pocos segundos. Los asaltantes escaparon, pero uno de ellos perdió un teléfono celular en la huida.

Los investigadores de la fiscalía N°14, encabezados por el fiscal Fernando Berlingeri y el detective judicial Emiliano Fortunato, ordenaron una serie de medidas para identificar a los ladrones, entre las cuales estaba el análisis del dispositivo telefónico. Pero las autorizaciones para poder obtener la información de un teléfono a veces se retrasa y en este caso recién pudo abrirse el aparato el día 21 de diciembre.

Quiso el destino que ese mismo día intentara cometer otro asalto, acaso envalentonado por el anterior a la despensa, y quiso su impericia que volviera a cometer un error. En el primer caso se le había caído el teléfono, en el otro no calculó la incomodidad de huir con un costillar sobre la espalda. Morales fue detenido junto a otro hombre de 50 años a poco de salir de la carnicería El Mudo, de 12 de octubre y José Martí.

La causa por el robo de la carnicería cayó también en la órbita del fiscal Berlingeri y cuando estaban estaban tramitando el proceso de imputación se encontraron con el contenido del teléfono: se trataba del aparato del ladrón de la despensa y éste no era otro que el que acababa de ser detenido por la carnicería.

Al analizar el video del robo a la despensa se despejaron todas las dudas, ya que Morales tenía la misma gorra, una campera similar y hasta el mismo pistolón que se secuestró durante el asalto a la carnicería.

Sin embargo, el 26 de diciembre la Justicia de Garantías excarceló a Morales y a su cómplice, pero recién el martes se solicitó la detención por el hecho de la despensa ya que debían agregarse algunas declaraciones y el informe sobre el video. Así fue como en las últimas horas, personal de la DDI Mar del Plata lo localizaron y detuvieron.

Se cree que en esta ocasión, con las dos imputaciones, Morales no podrá obtener tan rápido la libertad y permanecerá detenido.

 

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